jueves, 17 de enero de 2013

XX

Domingo, Mayo 31, 2009

Hoy me desperté con ganas de volver a correr en el Parque Sabana Central, así que sin pensarlo mucho, después de poner un poco de música acorde en el iPod me fui caminando al parque. Nuevamente tome el circuito marcado dentro del parque , solo que el día de hoy me hice el propósito de no perderme (jeje) y de correr por lo menos medio kilómetro mas que ayer, digamos fue ponerme una meta cierta.

Todo marcho muy bien, corrí mejor, ya que no me perdí del circuito esta vez, la música resulto buen aliciente y el lugar de 500 mts, corrí kilómetro y medio mas ah! y hubo menos taco de ojo…ni modo no se puede todo en esta vida algunos días. Después del esfuerzo decidí relájame un poco y meditar al aire libre, asi que mientras caminada como enfriamiento fui buscando un buen lugar para relajarme, y lo encontré, una pequeña colina dentro del parque coronado con un par de bancas y una mesa de picnic hechas con unos troncos, subí, me quite iPod, camisa, tenis y calcetas y me senté en posición de meditación, y si, vi a un niño al pie de la colina, pero no anticipe lo que pasaría, justo estaba en el proceso de controlar mi respiración cuando se paro frente a mi y me pregunto – ¿que haces?-
-tratando de meditar-
-¿Qué es meditar?-
- es respirar tranquilo, ponerte en silencio, poner la mente en blanco y así descansas y te llenas de energía a la vez- y creo que fue lo de la energía lo que le llamo la atención, porque abrió los ojos verdecillos bien grandes
-¿yo puedo hacerlo?-
-si, solo siéntate como yo, no, no te quites los zapatos!, bueno ya que , ahora ya siéntate y piensa en que todo es blanco y que el sol te entra por las manos y te llenas de sol, ¿listo?-
-si-

Habrá pasado si acaso un minuto en el que de vedad pensé mas en los padres del niño sentado a mi lado, en lo cansado que estaba y en que el “karma niño” sea efectivo incluso en Costa Rica, cuando su vocecita me “interrumpió” y alzando la palma de la mano me dijo –mira si me llene de energía!-

y que le podía yo decir , solo le sonreí, y lo mejor vino a continuación, me dijo, -mira lo que yo hago!- y se acostó en el piso y se dejo caer rodando la colina! je, después subió y me dijo – tu también puedes hacerlo!- y no se porque pero lo hice, y lo hicimos juntos dos veces mas hasta que un adulto, su papa, nos interrumpió……

Tengo una sonrisa en el rostro, y un lugar favorito en el Parque la Sabana. Por eso no me gustan los niños, de algún modo saben que la meditación no lo es todo y que ciertas cosas es mejor dejarlas rodar por la colina.

No hay comentarios: